Siempre es interesante saber que cosecha es buena y cuales son los resultados en los vinos. Si nos interesa conocer la calidad que presenta una determinada añada de un vino, es imprescindible documentarse sobre la climatología que imperó durante ese año en la zona donde se encuentra el viñedo. Elaboré este breve informe esperando pueda ser útil para todos los consumidores que deseen conocer de que manera impactaron las diferentes campañas en las añadas de los vinos que beben. Como la mayor parte de la producción del vino Argentino proviene de Mendoza, me posicioné en esta provincia para recabar los datos mas relevantes de cada campaña. Espero les sea de utilidad a la hora de elegir.
Cosecha 2016:
La vendimia 2016 será recordada largamente por todos los productores de vino mendocino por haber sido la más desafiante de las últimas dos décadas. Fue un año muy frío y muy lluvioso al mismo tiempo. Su complejidad se debió a la “Corriente del Niño”, que trajo lluvias y temperaturas bajas que afectaron duramente a Mendoza, provocando un retraso en la madurez de la cosecha y poca producción de fruta. A pesar de lo que se vislumbraba como un año cataclismático, la campaña cerró con una importante recuperación en producción y una buena calidad en los vinos. En diferentes regiones del país, tales como el noroeste argentino, Mendoza y San Juan, se obtuvieron vinos blancos con buena acidez, muy buena expresión frutal y concentración alcohólica moderada. Los Cabernet Sauvignon resultaron con un tenor alcohólico moderado, haciendo que los vinos sean más fáciles de beber. Mientras que, en la región patagónica, el clima se mantuvo más seco que el 2015, logrando vinos con una interesante intensidad cromática, con altos valores de frutas frescas destacándose los Pinot Noir, Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot.
Conclusión: BUENA. Vinos de mucha expresión aromática, algunos con carácter herbal. Muy frescos y fluidos. Con una acidez notable.
Cosecha 2017:
Después de la campaña difícil del 2016, el clima se encarriló con buen clima pero una vendimia significativamente menor a lo esperado por causa del corrimiento (*). En Valle de Uco las heladas provocaron escasez de producción, a su vez fue un año seco y más cálido que el año anterior. La ecuación «menor producción + buen clima» dio por resultado fruta de excelente calidad, que redundó en vinos balanceados y equilibrados. Laura Catena expreso que es su cosecha preferida después de la cosecha 1995. Las variedades mas destacadas sin dudas fueron la Malbec, el Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Cabernet Franc.
(*) Corrimiento: efecto del mal cuaje de las flores que afecta mucho en materia de rendimiento, ya que en un mismo racimo hay granos maduros y granos verdes.
Conclusión: EXCELENTE. A pesar de los bajos rindes, la calidad de la fruta fue impecable. Mucho balance y equilibrio en los vinos. Las variedades tintas fueron las más destacadas, sobre todo Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot, y Syrah.
Cosecha 2018:
En Mendoza definen a la última cosecha como un “típico año mendocino”, seco, fresco, soleado y con rendimientos moderados en cada región, desde las altitudes más bajas a las más altas. Básicamente el invierno se presentó con temperaturas relativamente más bajas que las habituales. Las precipitaciones fueron muy por debajo de la media por lo que la sanidad de la uva fue excelente, sin problemas de enfermedades. Fue una buena cosecha, con un aumento del 30% de producción respecto del año anterior. Acompañó al año seco y frío una notable amplitud térmica que redundó en un aumento del grosor del hollejo, dando vinos de muy buen color, acidez, concentración aromática y taninos suaves. Se destacaron especialmente las variedades blancas. El Malbec fue muy afectado en primavera por las heladas. El NOA por el contrario tuvo muy buen clima que favoreció a los tintos por sobre los blancos. En Patagonia durante la época de maduración, la amplitud térmica también fue notable. Los niveles de alcohol fueron moderados por las bajas temperaturas durante el envero. Dio como resultados vinos con buena acidez, alcoholes relativamente bajos y muy buenos aromas.
Conclusión: MUY BUENA. Vinos más frescos, con más acidez y tensión. Ideales en las variedades blancas y tintas de maduración temprana
Cosecha 2019:
Todos coinciden en afirmar que la cosecha 2019 fue la mejor en los últimos 25 años y sus vinos quedarán en el recuerdo por su excelente calidad. Fue un año tranquilo sin lluvias, ni heladas tardías, ni calores exorbitantes. La escasez de lluvias trajo sanidad a las uvas y no hubo afectación de enfermedades. La combinación de clima seco y frío ocasionó rendimientos ligeramente más bajos de lo habitual. La obtención de granos pequeños y más concentrados se tradujo en vinos de gran concentración de aromas, sabor y color. La acidez de los vinos es más alta de lo habitual debido al clima fresco.
Conclusión: EXCEPCIONAL. Vinos tintos con mucha fruta y frescos, equilibrados, con una gran capacidad de guarda. Blancos que arrojarán ejemplares con muy buena acidez. Probablemente la mejor cosecha en años.